Se oyen desde la tele
rumores,
Ecos de satisfacción
de un hombre,
Palpando con las
manos el aire,
Enfundado en gafas de
virtual realidad.
Mas me río yo de
ella,
Pues sin esfuerzo mi
imaginación
La puede sobrepasar,
Volando más allá que
su antifaz digital.
Puedo ser rey o
vagabundo,
Tomarme un té en el
fondo del mar con Julio César,
O inspirarme al ver la
estela de un avión
Y componer una canción.
Puedo visitar los
anillos de Saturno,
Montar un
broncocéfalo de tres ojos,
O con un roído lápiz
y una servilleta
Componer este verso
libre.
No me gusta ser Linux
ni Microsoft,
Prefiero horadar el
cerebro de un escritor,
Soñando despierto,
viviendo mil lances,
Siendo bravo
librepensador.
No deseo el sexo con
un robot,
Déjame manejar el
volante, pues
Prefiero la piel,
prefiero el dolor.