lunes, 27 de junio de 2011

Tarde de verano en la villa episcopal


¡Qué agradable es pasar una tarde de verano en compañía de un viejo amigo!

El lugar de reunión no podía ser más bonito: Astorga; y el reencuentro y los nuevos proyectos pactados son muy ilusionantes. Algún día, mortales absortos en la cotidianidad de vuestros quehaceres, sabréis de ellos.

Suerte que me había comido un gran bocadillo antes de la cita. Aun así, agradecí haberme despojado de mi gran mochila. Sólo por lo a gusto que quedó mi espalda liberada, te perdono que la foto haya quedado desenfocada.


Un abrazo, amigo.



2 comentarios:

H.D.Emperador dijo...

Se me olvidó preguntarte qué llevabas en la mochila.

Kiko dijo...

Poca cosa: un mendrugo de pan, un peine, un reloj de bolsillo... en fin, pequeñas cosas