martes, 15 de marzo de 2011

Una llamada

Qué alegría cuando recibes una llamada de un amigo desde casi 10.000 kilómetros de distancia para felicitarte el cumpleaños. Entre la emoción y los cortes de la maldita cobertura, te quedas sin palabras, atento sólo a la felicidad que te embarga por escuchar su voz, por redescubrirla y notarla de nuevo.
Parece como si en los minutos que dura la llamada tu amigo estuviese a tu lado. Lo malo viene después, cuando cuelgas y te das cuenta de que vuelves a la realidad, sin poder ver a tu amigo, sin poderlo tocar ni abrazar...

De todas formas nunca podremos agradecer lo suficiente a los hombres que hacen posible la tecnología esos bonitos instantes en forma de lejana voz.

1 comentario:

Álvaro Gundín dijo...

Que exagerao. Entre Covarrubias y Lago Agrio sólo hay 8720 km. (en linea recta)
O 12 horas y media de avión (sin contar escalas)

El teléfono sigue siendo más rápido, a pesar de los problemas de cobertura. Algún día llegará que podamos ver y sentir ese abrazo a traves de las ondas.
¿Echaremos de menos entonces aquellas voces cálidas, que nos reconfortaban aunque solo fuesen voces y sólo durasen un instante?

Entre dos corazones amigos, no hay problemas de cobertura. La comunicación es constante, siempre presente, igual que el corazón, siempre latiendo, aunque nos olvidemos de que lo hace.

Un fuerte abrazo.